Poema sobre los peces de mal agüero
La triste manta raya
Vuelve a izar su pecho frente a mi ventana
Lóbrega señal
Equivalente a los búhos
O a otras aves agoreras de lejanas culturas
Pero aquí nadie entra
Ni el maullido nonato de los elefantes
Ni el húmedo polvo de la cerrazón
Convertida en lento orgasmo
Pululan ahora en las cansadas venas
Un aborto de nubes
Algas aferradas a la roca nocturna
Que es una sirena
O un diamante incrustado en la soledad
…Y esta piel nueva y espumosa
Como el dolor de los caracoles
Piel de nubes-algas
Charcos de silicio en la apagada mirada
Tropeles de moscas
Obstruyendo aquel cielo acartonado
Y en el fugaz ombligo
La alfombra de pétalos o el charco de sangre
Son una misma cosa:
Los dedos de una niña contra el vidrio-destino
Y en sus pómulos marinos
El dulcísimo néctar de lo ABSURDO
martes, marzo 20, 2007
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