viernes, marzo 23, 2007

Poema sobre un viernes madrugador y las piernas que Dios desayuna

"Me gusta andar por las calles algo perro, algo máquina, casi nada hombre."
Martín Adán

El dolor de los músculos cerebrales (acaso existentes)
No me permite el desarrollo normal de un buen amanecer
Es la hora del frío
De acicalarse el rostro con la soledad que es una especie de niebla
Un graffiti indescifrable volando hasta los ojos
Pero no hay objetivo
Solo las piernas de esbeltas secretarias
Apurándose hacia las piernas robustas de sus jefes
Hacia las piernas peludas de sus jefes que no creen en nada
Y el viejo que choca contra mi hombro
Y la legaña colgada de mis pestañas
Y el sonámbulo perro sonriendo en un sticker
Van llegando hasta mi boca
Aún dormida y babosa como un caracol
Aún dormida y babosa como ninguna almohada
O el mismo caracol que no ha llegado a casa
Y su casa como un huevo olvidado
Es un cráneo pequeño hirviendo en la sartén
Un cráneo pensante pero alejado de la realidad
Como una idea estúpida
E inapropiada para estas horas donde los ojos pesan
Y las sabanas frías se abrigan con uno…
Pero mi lengua grita
Grita y se revuelca en una especie de cama
Quemada por el café más desabrido que una gringa
Y es que no hay objetivo
Solo seguir las piernas de las secretarias
Camufladas entre las piernas de las colegialas
Más delgadas y velludas y acaso infelices
Y entre las de un montón de gente que ya no sonríe
Y solo busca llaves y monedas y extrañas direcciones
Y busca y busca y nada encuentra solo la niebla que moja los ojos
De un viejo que choca contra mi hombro y me despierta

jueves, marzo 22, 2007



Como un piano varado en la noche...

martes, marzo 20, 2007

Cuatro poemas sin título ni forma

I
Ella cantaba:
Como todo lo alado
La estrella se desviste
Como todo lo alado
El aire nos decora
Nos perfora
Nos enviste
Como todo lo alado
Caen las ropas
Caen los ojos
Una manga de niebla

Y recojo mis pasos

II
Yo te abrazo para sentirte
Yo te siento
Papel arrugado

Un abrazo
Como una bufanda
Que se desteje

III
Un martini
Yo quería un martini
Tus labios ahogados en licor

IV
Cae el sonido
De unas alas frondosas
El ángel desflorado
Es un dragón que jode
¡Como jode!
Asustado en la cornisa
Poema sobre los peces de mal agüero

La triste manta raya
Vuelve a izar su pecho frente a mi ventana

Lóbrega señal
Equivalente a los búhos
O a otras aves agoreras de lejanas culturas

Pero aquí nadie entra

Ni el maullido nonato de los elefantes
Ni el húmedo polvo de la cerrazón
Convertida en lento orgasmo

Pululan ahora en las cansadas venas
Un aborto de nubes
Algas aferradas a la roca nocturna
Que es una sirena
O un diamante incrustado en la soledad
…Y esta piel nueva y espumosa
Como el dolor de los caracoles

Piel de nubes-algas
Charcos de silicio en la apagada mirada

Tropeles de moscas
Obstruyendo aquel cielo acartonado

Y en el fugaz ombligo
La alfombra de pétalos o el charco de sangre
Son una misma cosa:
Los dedos de una niña contra el vidrio-destino

Y en sus pómulos marinos
El dulcísimo néctar de lo ABSURDO